El gochín: julio 2007

viernes, 20 de julio de 2007

Fiestas en San Pedro de Pegas

Este año Mila no se quería perder las fiestas de su pueblo, así que reservó billetes de avión y se plantó en San Pedro de Pegas en un par de horas. Naturalmente Jaime fue con ella, para ver a abuelito y a abuelita, a los primos y a todo el mundo.
Hubo orquesta, baile, colchonetas, motos y calorcito. Jaime se lo pasó muy bien con Alejandro y Nerea, y es que le gusta la fiesta como al que más.
También hubo algún que otro accidente con un submarino en la bañera, como se puede ver en el vídeo, pero la cosa no fue tan grave.
Como siempre, clica en la foto para ver el álbum.


jueves, 19 de julio de 2007

El primer comentario

Bueeeno bueno, esto por fin está en marcha
¡Ya tengo UN comentario!
¡Esto es orgásmico!
Gracias a la compi por comentar, que sepa que ha ganado un fin de semana haciendo de canguro por ser la primera ¡Guapa!
¿Y vosotros que esperais? Que sepáis que quedan todavía el segundo y tercer premio...

miércoles, 18 de julio de 2007

Mi moto

Lo de este crío con las motos es una pasión. Ya desde muy pequeñito se quedaba embobado mirándolas, y ahora es que las va buscando por la calle. Moto aparcada que ve, moto que ha de tocar con la punta del dedito.
Hace unos días ha entrado en el club de los moteros con una flamante moto azul y amarilla, y bien orgulloso que está. Va por ahí haciendo caballitos, pa chulo yo...
Clica en la foto y verás fotos y videos.

jueves, 12 de julio de 2007

Comiendo marmol


Unos dias despues de volver de Escocia Jaime se despertó aventurero. Al salir de casa para ir a la guardería le dio por hacer el tonto en el escalón y bueno, acabó comiendoselo. Cayó de morros todavia no entiendo de que manera, y se undió la paleta izquierda ademas de hacerse un tajo en el interior del labio y magullarse el resto de los dientes de arriba a la izquierda.
Rapidamente Mila llamó a Gaspar y lo llevaron al hospital de San Juan de Dios, donde le hicieron radiografias y le pusieron un punto en el labio. Despues lo llevaron al Hospital Odontologic de Nens a pedir una segunda opinion, porque parece ser que no hay un sitio mejor en este tema.
En fin, que parecia peor de lo que era. Tenia la boca hinchada, la encia y el labio como una coliflor. El diente nos dijeron que volveria a salir y que si nó se podia sacar. Tenia tambien fracturado el alveolo del primer premolar, que se movia.
Lo hemos vuelto a llevar al cabo de 15 dias, ya con la boca deshinchada. Parece que todo esta bien, los dientes estan un poco torcidos pero no interfieren uno con otro y no hace falta tocarlos. Muy estetico no ha quedado, antes tenia una boca normal y ahora parece un tiburon, pero espero que mejore al volverle a salir el diente.
Yo ya sabia que tarde o temprano se iba a descalabrar, como todos los niños, pero no me esperaba lo de la boca. Vaya susto, sobre todo para Mila. Porque el afectado poco mas tarde ya estaba comiendo huevo frito y judias, el jodio. La verdad es que no ha mostrado dolor, quizas el primer dia molestias, pero el segundo dia ya comia corruscos de pan. De lado, pero los comia.


Boda en Escocia

Hace poco fuimos a una boda, pero lo bueno es que se celebró en Escocia. Concretamente, al ladito del lago Ness. Se casó una amiga de Mila, que casualmente es familia de Gaspar y Make, así que hicimos el viaje juntos. Menos mal, porque nuestro nivel de ingles deja mucho que desear y a saber que nos hubiera pasado por esos mundos...

Empezamos el viaje en coche, e íbamos nosotros cuatro más Marta y Cristina, dos de sus hijas. Bueno, pues no habíamos hecho ni 20 kilómetros dirección al aeropuerto de Gerona y el coche nos dejó mas tirados que una colilla. Que no cunda el pánico, el coche está muerto pero rápidamente conseguimos otro. Este era más pequeño, así que 6 adultos, Jaime y 6 maletas nos apretujamos y tira palante ¡Mierrrda, me he dejado la cámara en el otro coche! Bueno, que saquen fotos los demás y así por una vez saldré yo.

Seguimos camino pero ya la cosa iba mal de tiempo, por lo cual al llegar al aeropuerto los Alomar nos enseñaron su famosa técnica de la colada por el morro en las colas de facturación y de embarque, así que pudimos coger el avión. Por los pelos, pero lo cogimos.

Llegamos a East Midland que viene a ser el aeropuerto de Nottingham, donde teníamos que hacer trasbordo. Había varias horas muertas, así que Gaspar propuso alquilar un coche y ver un poco la campiña inglesa. Dicho y hecho, nos pasamos casi todo el rato en el coche porque casi no sabíamos por donde íbamos, pero vimos algo del castillo del sheriff malo de Robin Hood, muuucha campiña inglesa y hasta nos pusieron una multa por aparcar donde no debíamos. No recuerdo si Jaime vomitó en este coche...

Al volver al aeropuerto hacia un sol achicharrante. Mas o menos íbamos bien de tiempo, así que nos sentamos a comer algo y tomarnos unas pintas de cerveza ¡Vaya, pues resulta que no íbamos tan bien de tiempo! Venga a correr otra vez, nueva colada por la cara (así da gusto), pero lo mejor es la paranoia que tienen en el control. Te hacen sacar cinturón, zapatos, te cachean a fondo, una histeria vamos. Cogimos el avión otra vez por los pelos, corriendo, con las botas desatadas, el cinturón al cuello ¡Y tapándonos con el chubasquero porque estaba cayendo una tromba de agua!

En un pispás llegamos al aeropuerto de Inverness, donde ya había dos coches reservados en los cuales fuimos hasta Fort Augustus. Por el camino pude ver que Escocia es como Asturias pero a lo bestia: muy verde, muchísimo musgo, abetos gigantescos, humedad, orvallo todo el rato. Hice bien en llevar el chubasquero y las botas de Gore-tex, hacia como 10 graditos de temperatura.

Al día siguiente, la boda. Realmente me cuesta describirla porque no fue muy estándar. Quiero decir que vale, sí, se dijeron los votos, se intercambiaron alianzas y hubo lecturas bíblicas y profanas (de las cuales no nos enteramos ni papa). Pero bueno, el novio iba con falda, el padrino era una lesbiana con chaqué (que por cierto le quedaba muy bien), el marido de la madre de la novia iba en traje de montar a caballo. No olvidemos a la pareja de goticos con estética de vampiro. Y en la iglesia todos cantando el Oh happy day con un trío de negros que amenizaban el cotarro. El despiporre vamos... Jaime se lo pasó bomba con las canciones, dando palmas y bailando.

Bueno, el convite era un buffet frío en una típica casita inglesa que habían alquilado a los pies del lago. Muy bonito todo. Supongo que la idea era aprovechar el jardín porque dentro casi no se cabía, pero vaya, caía un ligero calabobos que invitaba a ponerse a cubierto a menos que quisieras tomar el champán aguado. así que íbamos alternando la zona de la entrada que estaba ligeramente guarecida con algunas incursiones al interior en plan vikingo para conseguir víveres y bebida. Esto llevó a que una de las niñas inglesas viniera a decir algo así como ¡los españoles se lo han comido tooodooo...! Falso, los guiris también jalaban como campeones.

Los tres cantores de la iglesia estaban en la casa dando una nota de color. Bailamos canciones africanas y más tarde Cristina aprendió a tocar el tema de Amelie en el acordeón. Fue interesante de ver.

Y la fiesta continuaba. Aquí el que suscribe empezó con rioja y muy bien oye, un puntito guapo. Después me dije de probar el whisky y, para que subiera menos, lo tomé como los nativos, con agua. Después de dos brebajes de estos me dio un jamacuco que me quedé echo polvo, qué mareo. Que malo es mezclar. Si ya me lo decía un amigo: “siempre fermentados, nunca destilados”.

Por mi mala cabeza (o estomago, según se mire) cuando acabó el asunto me tuve que ir al hotel a reposar. El resto de la expedición se fue de pubs, y al final encontraron uno que admitía niños (por Jaime). Éste al oír la música empezó a bailar subido a una silla (que fiestero me ha salido), y la gente le traía whisky a Gaspar a cambio de sacarle fotos. Acabaron comiendo fish and chips en un banco a las tantas de la mañana, con un viento helado que pa qué.

El día siguiente nos trasladamos a Inverness, pero antes fuimos mas al norte, a la zona donde solo hay páramo, piedras y ovejas, a ver la Escocia profunda. Jaime se mareó y vomitó el coche.

Ya en Inverness fuimos a cenar a un restaurante indio. Podíamos haber ido a un bar “español”, La tortilla asesina, pero no hubiera sido lo mismo. El Barcelona regaló la liga y fastidió la cena a alguno.

Por la mañana conseguimos llegar al aeropuerto perdiéndonos solo un par de veces, y esquivando a esos locos que nos venían de frente. Para no variar, cogimos el avión por los pelos. Hicimos escala en Liverpool, y nos tiramos unas 5 horas pasando el rato en el aeropuerto John Lennon. Comimos fritanga variada con salsa HP, incluyendo un pastel de carne con un curioso sabor. Cuando estaba casi terminado recordé ese sabor ¡Nos habíamos zampado un pastel de riñones! ¡Aaaaaggg! Compramos whisky en el duty free para aprovechar el viaje, que no se diga, y cogimos el avión con todo el tiempo del mundo. Que colas, que agobio, prefiero el otro método... Con nosotros iba una despedida de soltera, unas 20 guiris despendoladas y escandalosas en busca de sol.

Y nada, cruzamos el canal con buen tiempo y llegamos a Gerona de noche con calor y bochorno. Jaime vomitó de camino a casa. Llegamos hechos polvo pero muy contentos del viaje.

Seguramente se me quedan muchas cosas en el tintero, los que hayan estado que las añadan en los comentarios si eso.

Probando

Probando, probando verdana...
No se no se, arial no me...
Times muy clasicona...
Trebuchet pueees...
Venga, arial para empezar.
Pues que ya me he cansado de los spaces, asi que vamos a ver como va este blogger. Aun tengo que afinar lo de las fotos, supongo que me haré una cuenta en picasa.
Aqui no tienes que iniciar sesion para dejar un comentario como pasa en los spaces, más facil para todos.
Un saludo