Llegada a León

Llevo ya un par de días en León. Aquí todo sigue igual, pero voy pasando el tiempo como puedo.

Nada mas llegar monté en las bicis de los críos los timbres y bocinas que traía de regalo, para que metan ruido como energúmenos.

Ayer hice de chofer para mi suegro y dos paisanos, nos recorrimos media provincia buscando una granja o un tratante que quisiera vender cerdos a medio criar. Volvimos a casa con un par de contactos pero sin haber visto ni una mierda de cerdo ni ná.

A Alejandro ya le han puesto gafas. Tenía hipermetropía y astigmatismo, como tres dioptrías en cada ojo, el pobrete. Ahora está redescubriendo todos sus juguetes, libros de cuentos y esas cosas, por fin los ve bien. Parece que no le está costando adaptarse a llevar gafas, no se las toca mucho

Jaime asilvestrado, para qué decir más...